Equilibristas.
El jueves tuve una sensación. Que la elegancia es etérea, pero férrea nuestra voluntad de no ser derribados. Mientras tanto, observo, no participo del circo, me refugio en mi burbuja de aire poluto. Y ke viva la anarkia.
jueves, 18 de septiembre de 2008
miércoles, 17 de septiembre de 2008
Tiempo.
Una maldita hora. A veces ininterrumpible, a veces insoportable. El tiempo que pasamos pensando que perdemos el TIEMPO... Ahí está, la aguja pequeña marcando cada detalle, la aguja mayor soportando el peso de las horas. Horas que, convertidas en ratos, malgasto traviesamente, de una manera tóxica.
Una maldita hora. A veces ininterrumpible, a veces insoportable. El tiempo que pasamos pensando que perdemos el TIEMPO... Ahí está, la aguja pequeña marcando cada detalle, la aguja mayor soportando el peso de las horas. Horas que, convertidas en ratos, malgasto traviesamente, de una manera tóxica.
martes, 16 de septiembre de 2008
lunes, 15 de septiembre de 2008
Ayuda.
Ayer, sentado en un banco de Avenida de América, como una de tantas noches, se me acercó una vagabunda. Al principio me asusté y eché la mano al bolsillo, pero su calidez y cercanía me sorprendieron y accedí a cruzar unas cuantas frases con ella. Me habló de su pasado, de lo mucho que había sufrido, de sus hijos... vi el sufrimiento marcado en su cara, y sentí la necesidad de compartir con ella un rato, porque vi que no estaba necesitada ni de dinero ni de comida, sino simplemente de sentirse escuchada.
Ayer, sentado en un banco de Avenida de América, como una de tantas noches, se me acercó una vagabunda. Al principio me asusté y eché la mano al bolsillo, pero su calidez y cercanía me sorprendieron y accedí a cruzar unas cuantas frases con ella. Me habló de su pasado, de lo mucho que había sufrido, de sus hijos... vi el sufrimiento marcado en su cara, y sentí la necesidad de compartir con ella un rato, porque vi que no estaba necesitada ni de dinero ni de comida, sino simplemente de sentirse escuchada.
sábado, 13 de septiembre de 2008
Alternativo.
A veces me gusta interpretar a un personaje alternativo, ficticio en todas sus facetas pero orgánico en su forma de actuar. De esta manera, escondo todo lo que verdaderamente soy, y, prescindiendo de la autenticidad, me disfrazo con una falsa sonrisa y otorgo más importancia a una efímera imagen de glamourosidad.
Que en el fondo resulta tan ardua de interpretar que me deja exhausto al acabar el día.
A veces me gusta interpretar a un personaje alternativo, ficticio en todas sus facetas pero orgánico en su forma de actuar. De esta manera, escondo todo lo que verdaderamente soy, y, prescindiendo de la autenticidad, me disfrazo con una falsa sonrisa y otorgo más importancia a una efímera imagen de glamourosidad.
Que en el fondo resulta tan ardua de interpretar que me deja exhausto al acabar el día.
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